Fulares portabebe

Tazón guarda hilos y lanas

Cuando empezamos a tejer en Kangutingo era inevitable que se enredaran los hilos con tanto trabajo y cosas por hacer, y además nuestro gato Oliver nunca ayudo mucho que digamos, así que compramos un gran tazón para ponerlos todos allí y no se enrredaran al rodar las madejas... pero a Oliver le encantaba meterse al tazón hasta que lo hizo su lugar de juego y siesta.

Siempre fué muy entretenido apesar de que nos retrasaba un poco el trabajo, teníamos una pequeña madeja ya despelusada por el tiempo y en su mayoría por nuestro gato que lanzabamos al otro extremo el platon para que nuestro amigo gatuno jugara. Un día decidimos adoptar a una gata blanca, le llamamos luna, que hacía un curioso contraste junto al pelaje negro de oliver.

Oliver y luna

Al final, Oliver encontró con quien jugar y conseguimos una cama para que los dos durmieran ya que se habían encariñado mucho.

Un día no los encontramos en casa y aunque los buscamos durante mucho tiempo no los volvimos a ver, o eso era lo que habíamos pensado hasta que los descubrimos en el fondo del platon de las lanas escondidos. Todo ha sido siempre más divertido con ellos, aunque nos siguen retrasando, aun más que cuando estaba solo Oliver.

Te dejamos con una pequeña galería de porta lanas e hilos que siempre nos recuerdan todo lo que hemos vivido.